Andrea y Bruno: elegancia y fascinación
Rodeados del glamour y la exclusividad de un antiguo palacete de estilo renacentista, la finca Mas Soler, Andrea y Bruno, celebraron, acompañados de sus seres queridos y sus amigos más allegados, su enlace matrimonial.
El edificio que albergó en su momento el Gran Casino de Barcelona está envuelto en ese aire clásico e idílico que impregnan las edificaciones de finales del siglo XIX.
Como cualquier novia, Andrea estaba especialmente guapa. Eligió para este día tan especial un vestido blanco de falda vaporosa que terminaba en una pequeña cola, rematado con un cuello en V adornado con pedrería, que le daba un aire romántico acorde con el lugar.
Maquillada en tonos naturales que hacía sobresaltar su belleza, la novia optó por un peinado, muy difícil de llevar, pero que Andrea lució con mucha elegancia: un moño tipo rosquilla.
Bruno, por su parte, se decantó por un traje de chaqueta oscuro, con chaleco a rayas a juego con el pañuelo del bolsillo y la corbata, de nudo cruzado. Remataba su atuendo con una rosa blanca en el ojal igual que el ramo de la novia. ¡Una pareja ideal!
Los invitados al enlace pudieron disfrutar de grandes jardines, donde los árboles y las fuentes, invitaban al paseo y, porqué no, al amor. Sus padres y hermanos estuvieron en todo momento pendientes de los novios, orgullosos de que sus hijos decidieran unir sus vidas.
Fue todo un lujo poder trabajar con y junto a ellos, poder realizar unas fotos en las que plasmar el amor que sienten el uno por el otro. O al menos, eso es lo que hemos intentado.
Llevan casados menos de una semana, puesto que contrajeron matrimonio el pasado sábado, pero estamos seguros que ésta será una unión duradera y llena de amor.
