El novio también existe
Cuando hablamos de bodas no hay inguna duda de que la que acapara la atención es la novia. Su vestido, peinado, maquillaje… todo pensado hasta el último detalle. Pero ¿qué hay del novio? Ése gran olvidado no debería serlo. Aunque su atuendo sigue siendo bastante clásico, lo cierto es que la industria de la moda cada vez da más opciones para que ellos también brillen con luz propia el día de la boda.
La indumentaria de ceremonia por excelencia es el chaqué, compuesto habitualmente por un pantalón de rayas grises y negras, chaleco gris de doble botonadura, camisa blanca, corbata de seda gris y chaqueta o gris con faldones posteriores y abotonada a la cintura con un sólo botón. Sigue muy de moda en las carreras de Ascot (Inglaterra) pero también en muchas bodas, sobre todo las tradicionales.
El frac, cortado horizontalmente a la cintura y de botonadura simple o cruzada se asociaba antiguamente como prenda de noche, aunque tras la Primera Guerra Mundial también pasó a utilizarse de día. Consiste en unos pantalones negros, camisa de pechera almidonada y cuello pajarita duro, chaleco blanco de piqué, corbata de lazo blanca y chaqueta negra.
Pero como decíamos, ahora las bodas lo admiten todo. Hay quienes prefieren ponerse un traje normal, ya sea con o sin chaleco. Hay dos formas básicas, el traje cruzado o bien sin cruzar. El tipo de tela varía según la estación, lana, seda o algodón más o menos grueso según el frío, decantándose muchos por el elegante traje de lino en las bodas veraniegas más calurosas. Cualquier traje para una ocasión solemne como una boda es oscuro, pero el negro ha caído prácticamente en desuso. También son muchos los que optan por el blanco o crema o incluso por colores más arriesgados.
La levita es otra de las opciones que que podemos encontrar actualmente. Es un tipo de chaqueta entallada, larga hasta por encima de la rodilla, derivada del capote militar y de montar, propia del siglo XIX, que los hombres usaron durante los primeros veinte años para dejar paso a la americana.
El tipo de boda o ceremonia determinará también el traje del novio, quien por ejemplo en el caso de una boda en la playa puede simplemente vestirse con una camisa y unos pantalones de lino. El cuello mao, de corte oriental, es también otra opción para los novios más modernos, que además así no tienen que pensar en qué corbata ponerse. Y aunque nos repitamos, lo importante es no sentirse disfrazado y encontrarse cómodo pero bien guapo, reivindicando también un poco de protagonismo (con permiso de la novia, claro).