El velo de novia, entre la tradición y la moda

El velo de novia, entre la tradición y la moda

El velo de la novia es uno de los elementos más discutidos a la hora de elegir el traje para la ceremonia. Unas lo encuentran demasiado tradicional, otras simplemente ni se lo plantean por motivos prácticos o de comodidad, y otras no conciben su atuendo para el gran día sin ese complemento que ha estado presente casi siempre en este tipo de rituales a lo largo de la historia del siglo XX.

Como indica Margarita Rivière en su práctico ‘Diccionario de la Moda’ (Grijalbo, 1996), el velo es una pieza de tela ligera y transparente, generalmente de tul, gasa o encaje, que cubre la cabeza ocultando parcialmente la cara. Se puede colocar directamente sobre el cabello o sobre el sombrero y, en color blanco sigue siendo pieza clásica del vestido de novia del siglo XX”. Aunque también ha sido un complemento habitual de “algunos sombreros femeninos y un símbolo de refinamiento y glamour”, lo cierto es que en la actualidad sólo aparece en los trajes de novia.

Originalmente, la novia lo usaba como símbolo de juventud, aunque en el siglo XX la incorporación del velo que cubre la cabeza y el rostro es señalde virginidad, complementando con un ramo de flores como signo de autenticidad. En las ceremonias católicas suele usarse un doble velo, es decir, en doble capa, para llegar al altar velada y que el novio la desvele al ser ‘entregada’ por el padre de ella o un familiar cercano.

La elección o no del velo dependerá, como muchas otras cosas, del tipo de ceremonia. No tanto si es civil o religiosa, sino de la envergadura o pompa que quiera otorgársele. Por ejemplo, no es habitual encontrar una novia con velo en una ceremonia celebrada en un ayuntamiento, aunque sí podemos verla en ceremonias civiles celebradas al aire libre o en salones antiguos, antiguas ermitas o lugares especiales que, sin tener el halo de sacralidad de una iglesia, conservan un aire romántico o espiritual. Todo tendrá que ver con lo que los novios hayan imaginado y también, por qué no, de lo que favorezca más a la novia estéticamente hablando. Ya sea tipo capa, largo hasta el codo, velo catedral, corto o blusher, tipo mantilla o un velo pequeño sólo cubriendo el pelo, esta pieza tendrá que adaptarse al peinado (normalmente recogido pero también suelto) y al vestido elegido para ese día tan esperado.


Deja un comentario