El velo: elegancia y distinción
Hay muchos detalles que no pueden faltar en el vestido de novia: algo nuevo, algo viejo, algo prestado, algo azul…Pero hoy nos vamos a centrar en el velo. Es un elemento fundamental que no debería faltar en el atuendo nupcial, aunque tampoco pasa nada si la novia decide ir sin él.
Lo cierto es que el velo da un toque de distinción al vestido. Sea cual sea el tipo elegido, debe ser de color blanco al igual que el vestido, aunque si quieres innovar…
Los orígenes del velo son inciertos, hay quién afirma que se debe a que, en la antigüedad, los novios no se conocían hasta el momento de dar el ‘sí quiero’, instante en el que el novio levantaba el velo y veía por primera vez a su ya esposa. Otros aseguran que es una expresión de virginidad, de modestia, de inocencia y de virtud de la mujer desposada.
A finales del siglo XVIII el velo obtuvo gran popularidad en los Estados Unidos. Nellie, la hija del propio presidente George Washington utilizó el velo en presentaciones públicas logrando realzar su belleza y despertando admiración en los asistentes del mandatario. Más tarde Nellie utilizaría un velo de encaje blanco en ocasión de su boda. Desde ese momento fue mundialmente aceptado.
En la actualidad los motivos son muy diferentes, son un símbolo de riqueza, de elegancia y de romanticismo. Pero antes de elegir qué tipo de velo utilizar es necesario explicar los diferentes de tipos que hay:
Corto o Blusher: Este tipo de velo debe cubrir la cara de la novia y toca el hombro. La medida ideal debe estar entre 55 y 65 centímetros de largo.
Largo hasta el codo: Se caracteriza por llegar hasta el codo o la cintura de la novia. Debe medir unos 75 centímetros y casi siempre va oculto detrás del peinado de la novia, baja por la espalda hasta la cintura.
Capilla: Este tipo de velo se caracteriza por tener el mismo largo del vestido de la novia.
Catedral: Este tipo de velo se caracteriza por tener un largo de 2 metros y medio.
Puntas al codo: Llega por debajo de la cintura y debe alcanzar las puntas de los dedos. El largo, evidentemente, depende de la altura de la novia, pero debe medir entre 85 y 125 centímetros de largo.
Tipo capa: Se le conoce también como velo cascada. Se caracteriza por ser más corto por delante que por detrás. Tiene un efecto ondulado hacia los lados. Este velo cubre a la novia como si fuera una capa, desde la cabeza, abriéndose hacia los lados de la cara para llegar hasta la cintura. Este velo es ideal para los vestidos strapless o palabra de honor.
Mantilla: Lleva encajes bordados, muy elaborados. Deja el rostro de la novia despejado con un largo hasta los codos.
Pero la novia debe tener en cuenta una cosa: sea cuál sea su elección seguro que estará guapísima.