Jaime y Cristina: puro amor 'under the rain'
Novia mojada, novia afortunada. Eso es lo que dicen, ¿no? Estamos seguros de que Cristina estará de acuerdo, ya que, aunque tampoco se mojó realmente mucho, porque El Celler de Can Torrens, donde tuvo lugar su enlace con Jaime, lo dispuso todo para que pudiésemos disfrutar de un día inolvidable, lo cierto es que cayó un buen chaparrón el pasado 1 de abril.
La verdad es que es un gustazo poder trabajar en espacios donde están tan acostumbrados a celebrar enlaces como en Can Torrens, ya que Josep y Montse, los responsables, están pendientes de hasta el último detalle y cuentan con soluciones para todo, incluso para el clima. Así fue en la boda de esta encantadora pareja: Jaime y Cristina, un enlace tan bonito que ¡ni la lluvia se lo quiso perder! :D
Lo cierto es que la boda en su conjunto fue absolutamente preciosa de principio a fin. El restaurante puso a disposición de los novios una de las salas interiores para la celebración de la ceremonia civil y, como podréis comprobar en las imágenes, el resultado fue absolutamente fenomenal. El ambiente del espacio y la exquisita decoración que realizaron para la ocasión se fusionó a la perfección con el estilo de los novios y dio lugar a una ceremonia preciosa, llena de emotividad y de dulzura que ni nosotros ni los asistentes podremos olvidar.
Eso sí, entrada la tarde, el cielo tuvo a bien abrirse y nos permitió realizar unas instantáneas magníficas en los exteriores, aprovechando el pequeño senador con techo de paja y detalles de decoración super nature, que estaban listos para la ceremonia exterior. Así como los imponentes jardines que rodean las instalaciones. Jaime y Cristina pudieron incluso realizar el tradicional paseillo en el motocarro de Can Torrens, que se ha convertido ya en uno de los sellos de identidad de este espacio.
El estilazo de los novios, sin duda, fue también la guinda del pastel. Cristina con un vestido totalmente de temporada, con cuello de barco brocado con unos preciosos encajes y un maravilloso escote de espalda, que combinó con un precioso ramo de flores silvestres, en tonos blancos y pastel, engarzados con cinta de rafio, parecía una princesa de cuento de hadas.
Mientras, Javier, que se visitió en el espacio habilitado de Can Torrents, también escogió un traje a la última, en azul pavo real, con chaleco y corbata de cachemiras a juego, también en azul: un auténtico dandy.
Pero, sin duda y como siempre, lo mejor llegó al caer la noche, durante la que los novios, familiares y amigos, disfrutaron de las mejores actuaciones y momentos inolvidables, con música y diversión que les acompañó hasta altas horas de la madrugada.
Definitivamente, la fortuna estuvo con ellos y estamos seguros de que les acompañará durante el resto de su vida en ese precioso matrimonio que solo comienza y que esperamos sea todo lo feliz que ellos se merecen que sea.
Mil gracias, pareja, por elegirnos para contar vuestra historia a través de nuestras cámaras. Aquí os dejamos una selección de los mejores momentos de ese inolvidable día. ¡Felicidades!
