La Luna de Miel: historia y origen

La Luna de Miel: historia y origen

Si estás preparando tu boda, seguro que una de las cosas en las que ya estás pensando con más ilusión es en la Luna de Miel, pero ¿sabes de dónde viene esta tradición? 

Existen muchas teorías para explicar tanto el nombre como la costumbre de irnos de viaje con nuestra pareja justo después del enlace entre ambos. Uno de ellas la sitúa en la Babilonia de hace más de 4.000 años. Por entonces era costumbre que el padre de la novia diera al marido tanta cerveza con miel -bebida que también tiene su origen en esta zona y tiempo- como éste pudiera beber durante una luna, aproximadamente un mes. Debemos suponer que tal empacho alcoholico sería ya en si mismo “un buen viaje”.

También encontramos motivos en la Roma clásica para el nombre de esta costumbre. En aquella época lo tradicional era que la madre de la novia dejara en la habitación de los recién casados una vasija llena de miel cada noche también durante un mes, o una luna.

Sin embargo, la nomenclatura de Luna de Miel como tal se achaca sobre todo a los Teutones(en la actual Alemania). Esta étnia celebraba siempre sus bodas a la luz de la luna llena y tras su culminación los novios bebían licor de miel durante los 30 días siguientes al enlace. Fueron ellos, según apuntan todos los historiadores, quienes primero apodaron a esta tradición como Luna de Miel.

También los escandinavos tenían su tradición en torno a la miel y a la luna. Ellos llamaban Luna de Miel al primer mes (o luna) tras la celebración de una boda y durante este período los recién casados tomaban cada día una bebida a base de miel y vino, llamada hidromiel, que, según cuentan aumenta.

Pero ¿y de dónde procede eso de irse de viaje en este período? Se cree que esta particularidad procede de la zona septeptrional europea, en la que la luna de miel suponía un período de aislamiento por parte de los novios. En este área era habitual que el hombre secuestrara a una mujer de un poblado cercano para tomarla como esposa. Por ello, durante un tiempo se veía obligado a esconderla y solo el padrino conocía su paradero. Cuando los familiares de la novia dejaban de buscarla, las parejas regresaban al poblado.

No está probado, pero se cree que éste podría ser el origen de la tradición actual de los recién casados disfrutar de un viaje en común. Un lugar que cada vez se estila más exótico y romántico pero cuyo fin no deja de ser el mismo: el aislamiento de la pareja para iniciar su vida en común.

¿Y tú? ¿Ya tienes pensado dónde pasarás tu Luna de Miel? Por muy aislado que sea, recuerda que si quieres tener un gran recuerdo, podemos ir contigo y hacerte un reportaje de fotos y vídeo que nunca pasará desapercibido


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