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Fotoperiodistas de Moda y Eventos
El proceso de crear un reportaje fotográfico tiene varias fases. Los modelos, normalmente, solo perciben la fase intermedia, esto es, la de posar o ser pillados ante la cámara. Sin embargo, antes y después de este clic de un segundo hay todo un mundo de trabajo.
Para empezar, antes de realizar una sesión fotográfica nos gusta analizar a las personas y los lugares que van a formar parte de las escenas que vamos a tomar. La calidad de la luz, el estilo, la ambientación. En el caso de parejas de novios, por ejemplo, nos gusta conocerles personalmente, conocer su carácter, sus expectativas…
Cuando se trata de modelos, también necesitamos saber el fin del reportaje, qué faceta o facetas de sí mismos quieren mostrar en las imágenes.
Con todos estos conocimientos, elaboramos mentalmente un plan de trabajo: una guía del tipo de imágenes que queremos obtener y cómo vamos a hacerlo. Esto, por supuesto, no quita que la creatividad se presente por sí sola y que el fluir de un acto o evento nos sorprenda con una instantánea maravillosa en la que no habíamos pensado.
A partir de ahí comienza otro proceso igualmente importante y delicado: la post-producción, el retoque. Por muy bien que esté hecha la toma (y siempre procuramos que así sea), la edición es imprescindible.
Ajustar los valores de color y luminosidad es lo mínimo. Luego entran en juego otras variables. Las herramientas de edición de imagen nos permiten jugar con ellas para convertirlas en una historia: ofrecerles mayor romanticismo, con retoques de blanco y negro o aplicando efectos vintage; llenarlas de colorido en una explosión de alegría que las haga brillar con luz propia; destacar con color un elemento que destaque sobre una imagen en blanco y negro.
Explicaros las diferentes técnicas que utilizamos para todo ello sería muy extenso, pero lo que sí podemos contaros es que una misma imagen puede adquirir matices y efectos visuales muy distintos dependiendo de la edición que hagamos de ella. Puede ser más romántica, más enérgica, más potente o más delicada, dependiendo de los valores que les apliquemos.
Por eso nos gusta también que nuestros clientes puedan ver esta variedad de opciones y descubrir a través de las entrevistas con ellos qué estilo es el que más les favorece, el que mejor les define y que hará que su reportaje fotográfico se identifique de lleno con ellos.
Cuéntanos, cómo prefieres tus fotos, qué estilo o estilos se ajustan más a tus deseos. Y si aún no lo sabes, no te preocupes, lo descubriremos contigo.